Familia Holman
Familia de origen norteamericano.
JAMES RILEY HOLMAN (n. 1810), oriundo de Kentucky, cuando contaba con 39 años de edad y se realiza el Censo Nacional del año 1850, declara que era viudo y sus cuatro hijos se llamaban:
2- JOEL E. (n. 1834)
2- CAROLINE (n. 1838)
2- FRANCES (n. 1842)
2- RACHEL HOLMAN (n. 1843), se casó con James W. Hurt.
Vivía con ellos, una empleada de piel negra (supuestamente habría sido esclava) llamada Clarissa, que luego toma el apellido de la familia y es conocida como Clarissa Holman.
En el año 1852, Holman se mudó a Lakeport, Upperlake de California:
Contrae segundas nupcias, con Ann Cummirs, joven escocesa. Al cabo de dos años, nacerán otros dos hijos, cuyos nombres son:
2- JAMES RILEY HOLMAN (n.06-08-1854).
2- ALLIE.
En este lugar de California trabajó como granjero y en el año 1864, fue asesinado, en una violenta discusión y disputa de tierras.
Pasados cuatro años, muere también su esposa Ann, quedado sus hijos huérfanos.
El joven James Riley Holman, en el año 1870, junto a su media hermana Rachel Anne, deciden viajar, para unirse al grupo de norteamericanos encabezados por William Moore, que fundaron la Colonia California, en el norte santafesino, en la República Argentina.
Desde California y por el istmo de Panamá, viajan hacia New York y desde allí, en la línea de barcos “White Star”, hacia Buenos Aires.
Luego, vendrá el viaje hacia la ciudad de Rosario y ahí, hacia la ciudad de Santa Fe.
Desde la capital de la provincia, deben viajar hasta la villa indígena llamada San Xavier, y unos pocos kilómetros más al norte, encontrar a la familia Moore de la Colonia California.
En la tierra de esta nueva colonia llamada como el lugar de donde habían partido, James Riley Holman Jr. trabajó bajo las ordenes de Moore.
2- RACHEL ANN HOLMAN, se casó con James Hurt, sus cinco hijos son:
3- HENRY HURT (n. 1864), se casó con Nancy Laura Moore, sus hijos son:
4- Charles Henry Hurt (n. 10-10-1889). 4- Harriet Minerva Hurt (n. 25-02-1891).
3- ANDREW JACKSON HURT (n. 1866).
3- EDWARD ROBERT HURT (n. 1868).
3- ALFRED JAMES HURT (n. 1870) .
3- JANE EMILY HURT (n.1874).
En la Colonia California y un confuso y desgraciado incidente, -en el año 1874- se enfrentaron con armas de fuego, el conocido Capitán William Thomas Moore y James W. Hurt, resultando muerto el último, dejando a Rachel viuda, con solo 31 años de edad y con cinco niños huérfanos.
Tras la detención del autor del hecho, y sometido a proceso, en la sentencia, el Juez afirma que existió “embriaguez mediana de ambos contendientes, agrega que precedieron provocaciones injuriosas lanzadas recíprocamente” y condenó a Moore, a sufrir la pena de “tres años de servicios à las armas”.
Este lamentado hecho, produjo una profunda división entre las familias que vivían en la colonia, ya que Moore va a parar a la cárcel, mientras que la viuda pretende ser resarcida económicamente por la muerte de su esposo Hurt.
Después de todo lo ocurrido, el joven James Riley Holman (Jr.) decidió alejarse del lugar, se trasladó a la “Alexandra Colony”, para desempeñarse como personal de la misma.
Desde esa colonia, el día 7 de octubre de 1875, Arthur Littleton Powys, Administrador de la colonia, William Henry Moore, Juez de Paz de la colonia, James Riley Holman y el peón nativo, Pío, que servia de guía, salieron hacia el interior de la colonia, hacia el oeste, en busca de caballos que habían sido hurtados por los indios.
Hacia el atardecer del día, el guía nativo Pío, detectó huellas de indios, a quienes encontraron pero en la persecución, lograron perderse. Debieron dormir al descampado y esperar hasta el día siguiente, para continuar cabalgando y buscar rastros nuevos.
Continuando, en la mañana siguiente la búsqueda, fueron sorprendidos y rodeados, por una banda de aproximadamente quince indios, solo dos de ellos, sobre sus cabalgaduras, los restantes de a pie, todos armados con lanzas.
Trabados en despareja lucha, todos dispararon sus armas, cayeron muertos dos indios, pero los restantes continuaron el ataque y todo concluyó, cuando cayeron muertos Powys y Moore, productos de los lanzazos, mientras Holman gravemente herido, quedó tirado en el lugar del enfrentamiento. El nativo no participó del incidente, no fue tenido en cuenta, escapó rápidamente hacia la colonia, a dar aviso de lo acontecido.
Inmediatamente se reunió a un grupo de hombres con caballos y una carreta, que partió en auxilio del herido, y además, recuperar los cuerpos de Powys y Moore.
Richard Morgan, un joven de origen galés, que se había radicado en la colonia británica, fue uno de los integrantes del grupo, que debió realizar, la triste tarea de recuperar los cuerpos de los jóvenes asesinados.
El siguiente, es su emocionado relato, de cómo se desarrolló el traslado: “…llegamos a los bancos del saladillo una hora después de que había oscurecido, donde dejamos la carreta y la mitad de la partida, mientras que los restantes continuamos hasta el sitio donde la lucha tuvo lugar, allí llegamos a las 9 de la noche y aquí, la más grande imagen de melancolía, inundó mis ojos. Los señores Powys y Moore yacían sin vida en el piso con varias heridas y Holman estaba, unas pocas yardas más allá y había perdido mucha sangre. Dos de los indios estaban muertos y también los caballos”.
Mientras el cuerpo de William Henri Moore fue sepultado en el cementerio de la Colonia California, el de Arthur Powys, lo fue en el “Administration Cementery” de la Colonia Alexandra.
El fuerte y juvenil cuerpo de Holman, se recuperó rápidamente de sus heridas de lanza, y al año siguiente, el 23 de noviembre de 1876, contrajo matrimonio con América Geneva Moore, hija del fundador de la California. El matrimonio fue formalizado en acto privado, por el Rev. William Thomas Coombe, pastor de la Iglesia San Andrés dependiente de la Iglesia Anglicana de la Alexandra.
Por su parte la joven viuda Rachel Ann Holman, contrae segundas nupcias, con el galés Charles Davies.
Tras la batalla de Los Cachos, fallido levantamiento contra el Gobernador de la provincia, en la que se vio involucrado William T. Moore, su hermano Benjamín y otros norteamericanos, ingleses y suizos, todos colonos de las colonias California, Alexandra y Mal Abrigo (Romang), estuvieron a punto de sufrir el encarcelamiento, sino fuera que el Gobernador dictó el indulto, en beneficio de todos los participantes del acto revolucionario.
En los últimos meses del año 1877, William Thomas Moore, su esposa Winnifred e hijos menores: Jefferson, Louise y Winnie, deciden abandonar la Colonia California y regresar a su tierra.
Retornan para radicarse en San Antonio, Estado de Texas, fueron acompañados por Holman y su esposa América Geneva Moore, Samuel Gibson y su esposa Lucinda Adeline Moore y, Lector Mc Lean y su esposa Nancy Moore.
En tierra norteamérica, James Riley Holman, amplia su familia con el nacimiento de otros cinco hijos, son:
3- WILLIAM RILEY HOLMAN (n. 07-11-1877, f. 08-11-1957), m. 20-12-1904 con Martha Jane Queen.
3- WINNIE MAY HOLMAN (n. 07-04-1880, f. 10-05-1944), m. 18-10-1900 con William Anderson Vest.
3- EMILY JANE HOLMAN (n. 27-11-1882, f. -03-1964), m. 29-08-1900 con Theo Andrews.
3- EDDIE LEE HOLMAN (n. 14-02-1886, f. 14-02-1889)
3- MYRTLE DELL HOLMAN (n. 26-12-1888, f. -10-1974), m. 12-03-1907 con Asa Lee Draper.
3- JAMES ALBERT HOLMAN (n. 14-01-1893, f. 12-03-1894).
3- EUGENE HOLMAN (n 02-05-1895, f. 12-08-1962), m. -08-1923 con Edith Carver Reid.
3- ISLA LOU HOLMAN (n. 08-08-1899, f. 06-11-1975), m. 02-06-1925 con Milton Lambeth Moody.
En la Colonia California y tras el fallecimiento de Davies, la dos veces viuda, Rachel Ann Holman, se va a radicar en la Colonia Alexandra, después de contraer terceras nupcias en Alejandra con el inglés Benjamín West, nacido en Wilby Northampton, Inglaterra (Matrimonio celebrado por el Pastor de la Iglesia Metodista Episcopal de Rosario, Rev. José Wood, el 14 de abril de 1885) su hijo es:
3- BENJAMIN WEST.
El menor de los hijos de James Holman, escribió un artículo periodístico autobiográfico que a continuación se transcribe:
“LA VERDADERA RIQUEZA AMERICANA”. “……No descansa en las riquezas de bajo de la tierra, sino en la gente libre con suficiente empuje, para desenterrarlas y ponerlas al servicio de las necesidades de todos”.
Por Eugenio Holman. Presidente de la Cía. Standard Oil (New Jersey).
“Casi pierdo de ser americano. El Padre de mi madre, William Moore, lideró una partida colonizadora desde California, hacia un punto cerca de la región del Gran Chaco de Sud América; poco tiempo después de la Guerra Civil. Mi padre James Holman fue uno de los colonos. Mis padres se casan allí, limpiaron la tierra, lucharon contra los indios y llevaron adelante una familia. Cuando mis hermanos y hermanas mayores tuvieron edad de ir a la escuela, decidieron levantar estacas y retornar a los Estados Unidos, ya que no había ninguna escuela en las cercanías. Así es como nací en Texas, en vez de Argentina. Crecí en el Oeste de Texas, el pueblo de Monahans, entonces era un amplio lugar en la carretera, en medio de dunas de arena y era también, parada del ferrocarril Texas & Pacific. Mis padres llevaron adelante un hotel, caballeriza… y un depósito de maderas al servicio de los ranchos más alejados. Los quehaceres de mi niñez, incluían, llevar agua desde la cocina hasta las habitaciones de los huéspedes, ensillar caballos y cargar madera, en los vagones de ruedas altas de los ranchos. Yo imaginaba que sería ranchero algún día, pero mis padres desilusionados, por no haber tenido su propia oportunidad de educación, me alentaron a que estudie y tenga una profesión. Mis padres se vieron forzados a ahorrar para enviarme a la Universidad Simmons (Ahora Universidad Hardir-Simmons) y más tarde a la universidad de Texas. Sin embargo, me las arreglé para ganar más de mitad de mis expensas, vendiendo panes de aluminio, de puerta en puerta, trabajando como botones en el Texas & Pacific, y cuidando ganado en un rancho vecino, durante las vacaciones de verano. En la Universidad, tenia intención de estudiar Ingeniería civil. Un día el profesor de geología me dijo, “Holman ¿Qué estás haciendo en mi clase? Bien, contesté “Adivino que estoy aquí porque necesito el crédito de mi diploma”. “Mirá” –prosiguió “Hay más demanda de geólogos, que de ingenieros civiles” ¿Porqué, no te cambias a la geología? En junio próximo te conseguiré un buen trabajo”. Me gustó la idea, ya que geología tenía la promesa de viajes, exploración, aventura, y así fue, en mi graduación me encontré firmando como geólogo asistente para una compañía petrolera con el magnífico salario (debía trabajar en el exterior) de $ 110 por mes. Poco después, me embarqué en un promisorio viaje a Cuba. Viajábamos a lomo de mula. Mis jefes en este viaje; un par de geólogos de la Inspección Geológica de los Estados Unidos y el Estado Pena, no se sentían muy cómodos en la montura. Después de la primer semana estaban encantados de dejarme hacer la mayoría del trabajo a pie o a lomo de mula. No encontramos nada muy prometedor pero sí gané experiencia invaluable. Eso fue en 1917. Había guerra y el Ejercito pedía hombres. Me alisté en el Cuerpo de Señales como fotógrafo aéreo, pero lo más cerca que llegué al frente de batalla fue Gran Bretaña. Después de la guerra me enganché con Inspección geológica de los Estados Unidos para adquirir más experiencia. Luego fui a trabajar para Humble Oil, un socio de mi compañía actual, como explorador geológico en el floreciente campo del Centro-Norte de Texas. He estado con Jersey Standard desde entonces. Desde la exploración pasee a producción y de allí al trabajo ejecutivo. Cito esta parte de mi historia personal no porque sea inusual, de ninguna manera, sino precisamente porque es la forma típica en que suceden las cosas en este país. En Europa, el hombre que en el fondo de la escalera de negocios y llega a lo más alto es mirado con mucho asombro. En Amerita tales carreras son parte del patrón común de la vida industrial. Por ejemplo, el presidente del consejo de directores de mi compañía, comenzó como empleado de banco; uno de nuestros vice-presidente se unió a la compañía como asistentes de oficina; otros dos como asistentes de laboratorio. Nuestros directores también incluyen un ex inspector, un periodista de diarios y un anterior inspector de universidad.”